A veces, desde que tengo uso de razón, hay días en los que se apodera de mí una sensación extraña, cuando era niña solía describir esta sensación como una 'premonición', como un presentimiento que no me dejaba respirar y me hacía sentir un miedo difícil de controlar. Con el tiempo aprendí que esos presentimientos no eran otra cosa más que angustia, la angustia provocada por mi ansiedad generalizada, esa que me hace padecer insomnio y me provoca una enfermedad tras otra, esa angustia que provoca que mi gastritis se acrecente y que mi calidad de vida disminuya.
Hoy la angustia volvió, ¿desencadenantes?, ninguno. Sólo sé que se presentó en la forma de una idea recurrente: La idea de perder tu amor. No me agrada sentirme así, sólo que es algo que aún no aprendo a controlar. El día casi acaba, sólo espero que mañana esta sensación se haya ido y la calma vuelva.
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