martes, 13 de enero de 2009

DESAMOR




Me vio como se mira al través de un cristal

o del aire

o de nada.



Y entonces supe: yo no estaba allí

ni en ninguna otra parte

ni había estado nunca ni estaría.



Y fui como el que muere en la epidemia,

sin identificar, y es arrojado

a la fosa común.

El otro- Rosario Castellanos


¿Por qué decir nombres de dioses, astros
espumas de un océano invisible,
polen de los jardines más remotos?
Si nos duele la vida, si cada día llega
desgarrando la entraña, si cada noche cae
convulsa, asesinada.
Si nos duele el dolor en alguien, en un hombre
al que no conocemos, pero está
presente a todas horas y es la víctima
y el enemigo y el amor y todo
lo que nos falta para ser enteros.
Nunca digas que es tuya la tiniebla,
no te bebas de un sorbo la alegría.
Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro.
Lo que él respira es lo que a ti te asfixia,
lo que come es tu hambre.
Muere con la mitad más pura de tu muerte.

AMANECER

¿Qué se hace a la hora de morir?
¿Se vuelvela cara a la pared?
¿Se agarra por los hombros al que está cerca y oye?
¿Se echa uno a correr, como el que tiene
las ropas incendiadas, para alcanzar el fin?
¿Cuál es el rito de esta ceremonia?
¿Quién vela la agonía?
¿Quién estira la sábana?
¿Quién aparta el espejo sin empañar?
Porque a esta hora ya no hay madre y deudos.
Ya no hay sollozo.
Nada, más que un silencio atroz.
Todos son una faz atenta, incrédula
de hombre de la otra orilla.
Porque lo que sucede no es verdad.

Rosario Castellanos, Poesía no eres tú. Obra poética: 1948-1971, Fondo de Cultura Económica, 1972.