sábado, 5 de abril de 2008

CUARTO MENGUANTE


“No dejes que mis garras te destruyan. El lobo sufre al cegar la vida entre la noche; la bestia llora al destruir un corazón. Aleja tus pasos de su sombra, no dejes que su aroma de embrujo te seduzca. No sucumbas ni lo hagas sucumbir…”