domingo, 8 de junio de 2008

Perro convaleciente- Mario Benedetti


Estaba a duras penas comprendiendo
y me encontré en la calle como perdido
los gritos y bocinas se colaban
insolentes en mi áspera congoja

palpé las cicatrices que dejó tu mirada
ignoraba si era azul o castaño o verdosa
pero la sabía fatalmente buena
de algún modo notaba que aún estaba vivo
que no había sucumbido a una endémica angustia
así que empezaron de nuevo a funcionar
mis articulaciones y mis candores

fue sólo entonces que olfateé el mundo
como un perro convaleciente
y sentí que a ese aire concurrían
rostros y móviles y sombras y manos
que de aquí y allá empezaban a sonar
rebeldes como vientos armándose
y también que muchísimas piernas se apoyaban
sobre las muertes y los sacrificios
y empezaban a andar y caminábamos

y aunque estaba en la calle como perdido
perro convaleciente que lame sus heridas
de pronto supe que tu ausencia y yo
estábamos rodeados por un abrazo prójimo
y sin pensarlo dos veces me fui
con tu ausencia y con ellos
a faenar desconsuelos
a bregar otra vez por el hombre.

2 comentarios:

Nessun Dorma dijo...

pensé que se habia olvidado del blog... me da gusto saber que estos dias desde abril... fueron "buenos"
Saludos señorita.

Dan González. dijo...

Simplemente amo al Sr. Benedetti.
Extrañamente di con tu blog, muy bueno por cierto :3
Saludines_